En éste preciso momento, me está matando un dolor de estómago lógico y previsto (por comer helado de chocolate con pizzerolas ñomi), el olor a Bachoco que invade las 4 colonias que lo rodeamos, los lentes de contacto que protegen mi vanidad a coste de mis córneas... ah! y el Nocturno de Chopin que empieza a sonar en éste preciso segundo. (Amo a mi iPod, lo había dicho?)
Pero el resto del tiempo, es decir todas ésas 24 horas del día que mi cerebro funciona, consciente o no, me mata mi manía por la equidistancia, por el punto medio, por la búsqueda del equilibrio. Me asesina, porque no funciona!! Tratando de no caer en los excesos, estoy varada en la mediocridad.
No se como describir ésta sensación asfixiante de sentir que no se hace todo lo que se podría... o peor aún que no se quiere hacer todo lo que se puede, estar consciente de la capacidad para hacerlo... pero estar más dominada por miedos, huevas, inercia, apatía... (Ja!! exacto: inicia Hysteria, de Muse)
Ya no quiero seguir pensando, quiero gritar cuando me de la gana, tirar al bote de la basura todos los convencionalismos que he aceptado, buscando "equilibrio".
Sin la pena, justo ahora entiendo que para alguien como yo (de gustos dicotómicos, de amores exstencialistas y odios extremistas) el punto medio no existe.