domingo, 29 de marzo de 2009

Justo ahora

En éste preciso momento, me está matando un dolor de estómago lógico y previsto (por comer helado de chocolate con pizzerolas ñomi), el olor a Bachoco que invade las 4 colonias que lo rodeamos, los lentes de contacto que protegen mi vanidad a coste de mis córneas... ah! y el Nocturno de Chopin que empieza a sonar en éste preciso segundo. (Amo a mi iPod, lo había dicho?)

Pero el resto del tiempo, es decir todas ésas 24 horas del día que mi cerebro funciona, consciente o no, me mata mi manía por la equidistancia, por el punto medio, por la búsqueda del equilibrio. Me asesina, porque no funciona!! Tratando de no caer en los excesos, estoy varada en la mediocridad. 

No se como describir ésta sensación asfixiante de sentir que no se hace todo lo que se podría... o peor aún que no se quiere hacer todo lo que se puede, estar consciente de la capacidad para hacerlo... pero estar más dominada por miedos, huevas, inercia, apatía...  (Ja!! exacto: inicia Hysteria, de Muse) 

Ya no quiero seguir pensando, quiero gritar cuando me de la gana, tirar al bote de la basura todos los convencionalismos que he aceptado, buscando "equilibrio". 

Sin la pena, justo ahora entiendo que para alguien como yo (de gustos dicotómicos, de amores exstencialistas y odios extremistas) el punto medio no existe. 

miércoles, 25 de marzo de 2009

Experimentos Simultáneos

Y sucedió, que en ése momento yo estaba dispuesta a darle todo: lo que pidera, lo que gritara, lo que ni siquiera necesitaba. Sin importar que o cuanto o donde. Mi obsesión era ser suficiente para poder hacerlo, y para ser "suficiente" me estaba arriesgando, cambiando... lastimando. No entendía que era lo que estaba de más o me hacía falta, que carajos tenía ella que no tuviera yo; tiré del delicado hilo que me unía a él con tal de acercarlo, con demasiada fuerza, en la dirección equivocada. 

Mientras esperaba por una reacción que nunca llegó, regresaste.  Desde el otro lado de los recuerdos (de mi, de ti... de nosotros), acariciandome con la mirada 200 mt antes de poder tocarme. Y no tengo idea de lo que pasó después, ni de lo que va a pasar ahora, no sé si seguiremos siendo lo mejor del pasado del otro, o si por fin podré conjugarte en presente continuo, pero se, absoluta cientifica certeramente, que jamás podré pagarte todo lo que me devolviste: gracias, por el amor con el que me miras, por el orgullo con el que tomas mi mano frente a todo el que quiera ver, por ayudarme a recordar que así, loca, bipolar, aferrada con todo  lo que tengo y lo que tiré, soy mucho, muchísimo  más que "suficiente". 

Miedo

Porque tengo meyo…
Sí, harto, como diría Rafael, bastante, suficiente. No me considero ninguna collona, pero en este momento de mi vida (mientras espero que mi conexión a internet regrese de sus vacaciones) tengo meyo…
Meyo de soltarme una vez más, de sacar las raíces que por primera vez están echando mis pies, de empezar de nuevo (otra vez). Temor a lo desconocido… y algunos conocidos que me esperan en el probable nuevo destino. Pero también miedo a quedarme donde estoy sólo por comodidad y perder quien sabe cuántas oportunidades.
Por primera vez, siento que pertenezco a algún lugar, que quiero y que me quieren, que me aceptan con lo que creen que soy (que he tratado que no sea tan alejado de la verdad), que estoy segura… Pero (siempre hay un pero, carajo) también se que no todo está bien, que me faltan retos, que me sobra tiempo y cabeza para demasiadas cosas que aquí no puedo hacer.
La condenada indecisión me tiene agarrada de las orejas, porque no sé si quedarme a dar la pelea por lo que se supone debería obtener aquí, o salir a buscarlo en otro lado. Son tantas las voces que escucho, a favor, en contra… o las clásicas neutras: lo que tú decidas está bien. 

La única voz que no escucho es la mía: en vez de eso siento una especie de sollozo atorado.  Como si un grito estuviera atravesado en mi garganta. 

Cariño he vuelto!!

Así es, he vuelto. A pesar de que la mayoría de las veces siento que no soy buena para expresar exactamente lo que siento, como extrañaba esto, de veras!! Pero ya no quise que los experimentos fueran efímeros, porque era una soberana mentira... todo permanece, marca, se queda, para bien o para mal, pero cada decision error o acierto modifica la dirección que voy tomando. Y que mejor que poder sacarlo de mi sistema eventualmente, para pretender leer y creer que es alguien más quien escribe, para criticarme... un poquito más. Que porqué exponerme?... Porqué no?