martes, 28 de abril de 2009
Quisiera
domingo, 19 de abril de 2009
Soundtrack
Banda sonora, música de fondo, ambientación... como se le quiera decir. Más importante en la vida de cualquier persona que en una buena película. Son ésas canciones que al primer acorde, te hacen cerrar los ojos y transportan, más allá del momento, del espacio. Música que tiene olores y sabores, porque está unida a los recuerdos de forma inseparable, porque altera, inspira, mueve, deprime.
Poco importa si es o no conocida, importa que tú y yo la conocemos, "me suena, me suena" , a que me suena? a pasado: mi casa, mis padres; a presente: tus gustos y los míos en perpetuo desacuerdo; a futuro: notas de incertidumbre.
Que increíble retrospectiva, que trip fumado hacia el futuro. Seguiré escuchando.
domingo, 5 de abril de 2009
Conjuguemos
El verbo hablar.... Hablemos, hasta por los codos, volcar el corazón y el cerebro con palabras, dejando que se derramen, sin importar que como cuando o a donde lleguen.Hablar por el puro placer de oir el eco de la propia voz, por saber que retumban en los oidos (o mejor que mejor) en la conciencia. Hablar porque se puede, porque gritar es sentirse vivo... para quejarse, para presumir el júbilo. Dejarse ir en sonidos capaces de retratar lo que llevamos dentro.
Para ser lo que deseamos y no los secretos que callamos.
miércoles, 1 de abril de 2009
Muéganos
La piel de mis extremidades inferiores (que recubre demasiados músculos, demasidada materia... nunca me han gustado mis piernas) tenía ése color cera producto de más de un invierno escondida del sol. La visión de ellas en proceso de tueste, mientras yo leía mi libro con los audífonos puestos, fue tan tentadora, que ésta mañana me encontré apretujada en el pequeño Atos amarillo de Mau camino a un balneario populachón de los alrededores. No reparé en que no me gusta usar traje de baño, que la estación es mortal para mis alergias y que estaba por perderme en algún punto del estado con otros 17 "compañeros" de clase. Lo lograron, no sé como pero lo lograron. Me contagiaron con su entusiasno, con su camaradería... con su gusto sencillo y feliz por un día que estuvo espectacular. Con ése sol blanco de luz intensa, en medio de un gran charco azul sin interrupciones.
La realidad es que no pasé toda la mañana leyendo como un champiñón abandonado, me uní a sus risas, a sus juegos. Me aventé de toboganes asesinos que dejaron marcas en mis talones y mis codos, participé del atiborramiento colectivo con carne tártara (así que si muero inesperadamente de cisticercos... Pau preparó!!!) nadé hasta que los brazos me dolieron, se me tostaron las piernas...y fui feliz.
En el sentido literal, simple y llano, por sentirme parte, por escuchar, por llamarlos con confianza hasta con cariño. Por no tener que ser la amiga de alguien, o la novia de alguien para tener derecho de estar ahí. Porque puedo ser yo, y ser feliz.